jueves, 16 de octubre de 2008

Espuma

Oculto demasiadas cosas,
demasiadas que debería gritar,
que debiese ocultar por siempre.
De cualquier forma, los gritos se subyugan,
se camuflan entre la espuma,
se atragantan
y con un brazo aliado se destruyen mutuamente,
quedándose en la esencia perdida,
perdiéndose en el simple camino.
En fin,
oculto demasiadas cosas,
demasiadas que me hicieran gritar alguna vez,
que alguna vez me comí
y se ocultaron tras mi lengua,
la lengua de siempre.

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