sábado, 2 de febrero de 2008

Confieso, archivo y manifiesto.

Debo decirles muchas cosas:
como que nunca terminé Rayuela,
que odio a Cervantes pero algo quise al Quijote,
que cada vez que leo a alguien trato de plagiarlo,
sonsonuda y descaradamente.
Que soy una absorbente esponja de modismos,
que poco realmente sé de amor y de aventura,
que menos sé de pasión y de locura,
que nunca me aprendí un aforismo.
¡Pero qué boca más enorme!
Digo tanto de lo que no sé, de lo que nunca supe;
de lo que quizás nunca sepa.
Y fingí tantas veces! Fingí caras,
fingí puertas, fingí frases,
fingí personas y volví a fingir más frases:
más de alguna vez fingí cariños.
Y es que entre tantos despertares se me escapan las ideas.

Nunca aprendí a colarme los sesos,
a barajarme las ideas. Nunca aprendí a dar el agua,
y con algo de suerte dar refresco a luces apagadas.
Y ese puto alguien, que le dijo te amo
en alguna cama.
¿Y quién?
Confieso que nunca aprendí a escribir,
que archivo las marchas nupciales.
Manifiesto que nunca pude hablar.

1 comentario:

gonchi.. dijo...

manifiesto que nunca digo la verdá
y que de hecho nunca he dicho nada
jamas una expresion real ha salido
de mi sopo :O

weno cabros se viene el proyecto
hagamos una novela con 3 autores
1313