sábado, 2 de febrero de 2008

Tuve la culpa de todo. Siempre fui yo.


Y el momento a llegado
es cuando dejo de lado
el orgullo y lo pasado.

Me duele, en circustancias similarmente
al capricho irrelevante que se le niega a un niño
y se le rompe el alma,
otras como la timida llaga creciente y maldita
que deja a su paso el comprender que perdí la vida.
Tomo con cuidado y parsimonia las memorias que me quedan,
y luego de infinitas muertes de relojes
con tic-tacs ensordecedoramente descuidados,
las engullo una a una, en la caravana de arcadas propia
de tan oleosos, magullados, fríos y provocantes recuerdos.
Y los dos últimos,
como el clímax de la caravana que, tambaleante,
sube lentamente la colina que desconosco donde termina,
no concibo tragarlos, aún tras estos años de espectación,
de no ser juntos al unísono.
Exactamente cuando atraviesan la garganta como una espada,
cayendo raspantes hacia las miríadas negras de esferas oleosas
que palpitan perdidas en las profundas tinieblas de mi ser,
los recuerdo tal como eran en su esplendor
como prístinas estrellas blancas, zumbeantes, deliciosas.
Inconfundiblemente queridas.
Sé que cuando impere las encontraré,
el mismo esplendor centelleante estará siempre ahí,
donde hibernan atesorando el calor de la resurrección.

4 comentarios:

Sonatina dijo...

Para mí éste es vida. Es vejez, es historia es muerte próxima y lejana y es contemplación, quizás de algo que no es grato, pero que nos trae el respiro, el pan de cada día, el shot de noche.

Es un shock, simplemente, de fingir y explotar y volver a fingir, y esconderse, y engullirse, y contemplarse en silencio.

una mierda, en pocas palabras. pero una mierda exquisita, que me recuerda la mierda de todos los días.

gonchi.. dijo...

yo creo que seamos realistas y hagamos lo imposible mejor

Sonatina dijo...

Para qué apelar a lo imposible? Ya tenemos la media cagá tratando de pelear con lo que hay.

Mejor cambiemos esa realidad.

Changall dijo...

SOY GAY Y PEDOFILO